¿Estás comenzando un nuevo trabajo? ¿Sabes cómo poner en práctica lo que se aprende día a día? ¿Piensas que tus habilidades se están volviendo obsoletas y no avanzas?, ¿Sientes que tienes tareas en las que no te sientes totalmente calificado todavía?
Para cerrar la brecha entre lo que sabes y lo que necesitas saber, debes leer libros, escuchar podcasts, buscar artículos en línea, ver videos en YouTube… y la lista continúa.
El problema es que muchos de nosotros tendemos a quedarnos atrapados en el «modo de aprendizaje».
Nos convencemos a nosotros mismos de que aún no sabemos lo suficiente y evitamos poner en práctica nuestros conocimientos porque tenemos miedo de cometer errores.
Así que consumimos cada vez más información, y el equilibrio entre el aprendizaje y la práctica se torna cada vez más sesgado.
Te recomendamos leer: Por qué es importante compartir conocimientos dentro de una organización.
Cómo poner en práctica lo que se aprende de manera equilibrada
Un enfoque que te ayudará a encontrar el equilibrio correcto y poner en práctica lo que aprendido es reconocer las señales de que estás aprendiendo o que estás fallando. Aquí hay algunos de los que hay que estar atentos:
Mucho aprendizaje, ningún avance
-
- Vas en círculos, leyendo la misma información de múltiples fuentes
-
- Pierdes el enfoque de las tareas importantes.
-
- No has aplicado lo que has aprendido, así que las ideas son abstractas.
-
- No puedes hacer un plan y seguir adelante es abrumador (porque sabes lo que se requiere para hacerlo perfectamente).
- Tu lista de cosas por hacer está muy atrasada y está creciendo rápidamente.
Te recomiendo conocer más sobre la metodología OKR y cómo ayuda a tu negocio.
Mucho por hacer, poco aprendizaje
-
- Sigues reinventando la rueda
-
- Te encuentras con los mismos problemas una y otra vez.
-
- No ves ninguna posibilidad de mejora
-
- Tu tiempo extra se gasta en actividades de poco valor
- Estás agotado y sientes que no estás progresando.
Presta atención a estas señales para reconocer cuando estás sobre o subestimando la situación, de modo que pueda ajustar tu enfoque.
Te invitamos a que también leas: Impulsa la gestión del cambio a través de métricas empresariales.
5 Consejos para poner en práctica lo que se aprende
A medida que evalúas tu equilibrio entre el aprendizaje y la acción, recuerda que no se trata sólo de calcular el uso del tiempo o de observar los síntomas negativos, sino de cambiar la mentalidad.
Aprender es la parte divertida. Aprender es a menudo más divertido y fácil que hacer. Pero también puede crear una ilusión de productividad. El aprendizaje en sí mismo no es productivo hasta que se pone en práctica.
Hoy en día, el aprendizaje tiene una vida útil muy corta, por lo que si no estás listo para utilizar esa información de inmediato, es una pérdida de tiempo y energía. ¡Concéntrate en la tarea que tiene entre manos!
Aprender y hacer no son mutuamente excluyentes; también se aprende a través de la práctica. Demasiada información puede ser confusa, molesta y agotadora. Y aunque siempre puedes volver atrás y aprender más si lo necesitas, no puedes perder el tiempo en cosas que no necesitas saber.
Te compartimos algunas claves para aumentar la productividad de tu equipo de trabajo.
Equilibra tu aprendizaje con inspiración. A veces tu cerebro necesita un descanso de todo el trabajo pesado. Por eso es genial cambiar el chip de vez en cuando. Le da a tu mente tiempo para descansar y reconstruir, y puede hacer que tu creatividad fluya para ayudarte a poner en práctica lo que se aprende y resolver los problemas de tu negocio.
Johnnathan E Herrera dice
Buen artículo
Rodrigo Herrera dice
¡Muchas gracias por tu comentario Johnnathan! Qué bueno que te gustó.