Un cuadro de mando integral se define como un sistema de gestión que proporciona retroalimentación sobre los procesos empresariales internos y los resultados externos para mejorar continuamente el rendimiento y los resultados estratégicos.
Al establecer medidas en torno a los procesos internos y resultados externos, un cuadro de mando integral apoya la mejora continua a nivel de rendimiento y resultados estratégicos.
El cuadro de mando integral es una herramienta de gestión estratégica que evalúa a la organización desde diferentes perspectivas, generalmente las siguientes:
- Financiera: La perspectiva de tus accionistas
- Cliente: Lo que tus clientes experimentan y perciben
- Procesos empresariales: Los procesos clave que utilizas para cumplir y superar los requisitos y expectativas de los clientes y accionistas
- Aprendizaje y crecimiento: Cómo fomentas el cambio y la mejora continua
Un cuadro de mando integral te impulsa a desarrollar métricas de negocio, establecer objetivos de rendimiento y a recopilar y analizar datos. De este modo, revisar la implementación de la estrategia en función de la medición.
Beneficios de un cuadro de mando integral
Un cuadro de mando puede ayudar a tu organización a articular y actuar en función de tu visión y estrategia. Utilízalo para:
- Facilitar la comunicación efectiva y consistente porque todos hablan un lenguaje compartido con relación a las métricas
- Dirigir la atención hacia los requisitos clave
- Facilitar las evaluaciones continuas
- Asegurar la alineación organizacional
Historia del cuadro de mando
Desarrollado por Robert Kaplan y David Norton a principios de los años 90, el cuadro de mando integral es más que un sistema de medición, de hecho, es un sistema de gestión.
Kaplan y Norton definen al cuadro de mando como un paso necesario para dejar de depender excesivamente de las medidas financieras.
Según Kaplan y Norton, debido a que las medidas financieras informan sobre el pasado, ofrecen una “historia adecuada para las empresas en la era industrial”. En la era de la información, las organizaciones deben “crear valor futuro invirtiendo en clientes, proveedores, empleados, procesos, tecnología e innovación.”
Un enfoque estrictamente financiero para gestionar organizaciones no está completo ya que no capta el panorama del negocio y no es un indicador del futuro. Evaluar el rendimiento de la organización de manera equilibrada en los parámetros que influyen en tu negocio se convierte fundamental para una mejor gestión.
Conoce cuál es la diferencia entre cuadro de mando integral, mapa estratégico y dashboard
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