A medida que una empresa crece, es probable que haya obstáculos en el camino, por ejemplo cuando un empleado renuncia.
Perder gente en algo que en algún momento sucederá. De hecho, simplemente no hay forma de evitarlo.
Ante la renuncia de un empleado muchos reaccionan enojandose, lo cual no solucionada nada. Si sabes manejar el proceso de partida, puede ser una experiencia de aprendizaje que te ayudará a aumentar las posibilidades de la retención de empleados.
He resumido mis aprendizajes en cinco puntos para hacer que las renuncias sean menos trágicas.
Identifica cuando un empleado renuncia
Evita que te tomen por sorpresa. Las renuncias son difíciles para el personal, los clientes, la empresa y la transición.
Por esa razón, para gestionar el proceso debes aprender a anticipar las salidas estando al tanto de lo que sucede en la compañía.
Puedes pedirles a tus gerentes de contratación que tengan reuniones informales y regulares con los empleados. Puede ser una conversación de 15 o 20 minutos, y si hay alguna inquietud por parte de la compañía o del empleado, este será el lugar adecuado para discutirlo.
Es importante también que el encargado del Departamento de Recursos Humanos esté atento de los empleados, que sepan cómo van las cosas y escuchen atentamente para identificar cualquier señal de auxilio.
Realiza encuestas a empleados por lo menos dos veces al año. Mide aspectos como la satisfacción general de tu fuerza laboral y prepárate para predecir la retención. Una encuesta bien diseñada te mostrará si hay cosas en las que debes trabajar.
Conoce tu entorno empresarial
¿Otras compañías están reclutando en tu mercado? ¿Existe la posibilidad de que puedan querer “robarse” a tu gente?
Si es así, necesitas estar consciente de ello y asegurarte de ser un buen empleador. Así que si escuchas en la oficina que a algunas personas se les están acercando reclutadores, ¡presta atención!
Te compartimos 5 indicadores para medir el éxito del capital humano en una empresa.
Mantente competitivo
Algunas personas se van por razones puramente personales, y realmente no hay nada que puedas hacer al respecto. Cuando un empleado renuncia para regresar a estudiar, por ejemplo, o para mudarse a otra ciudad, solo puedes desearlo lo mejor.
asegúrate de que no estén renunciando por razones que puedes controlar, como el salario, la cultura laboral o un buen liderazgo.
Eso no significa intentar que un empleado que se quiere ir cambie de opinión ofreciéndole un salario más alto. Ese movimiento, aunque tenga buenas intenciones, muchas veces causará mayores problemas en el futuro ya que tus empleados actuales lo sabrán.
Asegúrate de que tus salarios sean competitivos dentro de tu industria y área geográfica, y que tus condiciones de trabajo sean lo mejor posible.
Haz una encuesta de salida
Es muy importante averiguar por qué se está yendo la persona. Logra esto realizando una encuesta de salida de empleados que te ayude a hacer una evaluación precisa del motivo por el que un empleado renuncia.
Si estás interesado en tratar de retener al empleado, aquí es donde descubres si es posible. Si pagas un sueldo competitivo, es probable que el dinero no sea el problema; tal vez hay algo más que puedes ofrecer.
Si estás resignado a dejar ir al empleado, de todas maneras sondea para averiguar si hay cosas que podrías estar haciendo mejor. Las encuestas de salida te darán detalles que te ayudarán a retener a otros empleados en el futuro. Pregunta qué provocó su decisión de irse. Pide consejos sobre qué podrías hacer mejor. Obtén la mayor información posible.
Anuncia cuando un empleado renuncia
Una vez que se haya tomado la decisión final sobre la renuncia de un empleado, anúncialo a tu compañía lo antes posible. Esto mantiene a raya los rumores y demuestra transparencia.
Cuando un empleado renuncia generalmente se toma algunas semanas para abandonar la empresa. Ese tiempo de transición es importante.
Le da tiempo al empleado para capacitar a un reemplazo y transmitir conocimiento útil. También le da tiempo a otros empleados para despedirse.
Un empleado que se va en buenos términos hará todo lo posible durante esas últimas semanas para ayudar a la compañía. Así que asegúrate de que la partida suceda en buenas términos.
El último día del empleado, lleva a cabo toda los trámites oficiales, como un almuerzo de despedida y palabras públicas de agradecimiento.
Termina en buenos términos. Cuando un empleado renuncia puede suceder que sus caminos vuelvan a cruzarse de nuevo más adelante.
Deja una respuesta