Un sistema eficaz de gestión de activos permite a las empresas gestionar todos los activos de tu cartera para crear la operación más proactiva.
Conozcamos más de este concepto y cómo funciona…
¿Qué es la gestión de activos?
En términos más sencillos, si pensamos que la gestión de flotas incorpora todos los aspectos de la gestión de una flota, la gestión de activos es similar, pero incorpora todos los activos de la empresa, incluida su flota.
Edificios, equipos, herramientas: en efecto, la gestión de todos los activos de la empresa puede centralizarse en un solo lugar.
¿Qué es un gestor de activos?
Un gestor de activos supervisa la gestión de los recursos físicos de la empresa. Al desarrollar un plan eficaz de gestión de activos, es capaz de desarrollar, operar, mantener, actualizar y eliminar los activos de manera rentable. Para ello, participa en todos los aspectos de la gestión, realizando tareas de gestión administrativa, financiera y contable de la cartera de activos de la empresa. Por ello, el gestor de activos debe conocer a fondo los procesos estratégicos y operativos de la empresa.
En ocasiones, las empresas subcontratan esta tarea y recurren a empresas especializadas. Estas empresas desempeñan el papel de gestor, analizando los recursos de que dispone la empresa, la tesorería y las finanzas disponibles para orientar a la empresa en sus inversiones para optimizar los beneficios de la misma.
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¿Cómo funciona la gestión de activos?
La gestión de activos proporciona una visión holística del ciclo de vida de cada activo, es decir, gestionará el recurso desde el momento en que se pide hasta el momento en que se sustituye una vez que el activo se considera obsoleto. Esta gestión puede seguirse mediante hojas de cálculo, pero la gestión más eficaz se consigue con un software adecuado, por ejemplo uno para crear un dashboard.
¿Cuáles son las ventajas de la gestión de activos?
Hay muchos. Para ser eficaz, un plan de gestión de activos debe tener la capacidad de contemplar todos los ángulos de los recursos disponibles.
Son similares a los programas de gestión de flotas, pero pueden aplicarse a mayor escala.
Este tipo de sistema permite que todo esté centralizado en un solo lugar y que los recursos sean gestionados por cualquier persona con acceso al sistema desde cualquier lugar. Trabajar en colaboración de este modo permite a las empresas reducir tanto el gasto global de capital como el gasto operativo asociado a sus activos.
Al implementar un programa de gestión de activos te ofrece la oportunidad de prever los riesgos financieros, operativos y jurídicos, crear operaciones más eficientes y la capacidad de seguir el rendimiento, promover la estabilidad económica y el crecimiento empresarial.
¿Cómo desarrollar un plan de gestión de activos?
Desarrollar un plan de gestión de activos es esencial para alcanzar sus objetivos de gestión. ¿Pero por dónde se empieza?
Hay 4 pasos para desarrollar un plan de gestión de activos eficaz.
1. Define tus objetivos
Estos deben estar alineados con los objetivos de la empresa, pero también deben tener en cuenta los retos, las prioridades y las capacidades de la empresa.
Pregúntate cuáles son los objetivos de la empresa y cómo los objetivos de tu plan de gestión de activos podrían alcanzarlos.
Cuando definas los objetivos, asegúrate de que sean siempre objetivos SMART, es decir, específicos, medibles, alcanzables, realistas y con plazos. Siempre deben estar vinculados a la misión, la visión y los objetivos de la empresa.
2. Crear una estrategia
Sólo podrás alcanzar tus objetivos si desarrollas una estrategia.
Este paso es una buena oportunidad para auditar tus activos y crear un nuevo inventario o actualizar el existente. Cuando hagas un balance de tu inventario, ten siempre presentes estas preguntas:
- ¿Qué activos pertenecen a la empresa?
- ¿Dónde están?
- ¿En qué condiciones están?
- ¿Cuál es su vida útil restante?
- ¿Cuál es su valor económico?
Una vez definida la estrategia, el siguiente paso es anticipar los posibles riesgos que puedan surgir.
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3. Gestiona los riesgos
Hay 4 razones para el fracaso de los activos:
- Falta de respuesta a la demanda
- Fallo en los niveles de servicio
- Fracaso económico: los costes de explotación superan el coste del activo
- Fin de la vida útil, deja de funcionar
Una vez completada esta tarea, se puede medir el nivel de riesgo con respecto al impacto en el resto de la empresa. El plan de gestión de activos puede entonces priorizar los activos con mayor riesgo de daño para la empresa, de modo que puedan ser tratados desde el principio. Planifica siempre con antelación para evitar este fallo.
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4. Controla tus activos
Esta es la última etapa del proceso y se produce a lo largo del ciclo de vida del activo una vez que está en su sitio. El seguimiento del ciclo de vida de tus activos te permitirá vigilar la eficacia y eficiencia de los mismos. A continuación, se pueden tomar decisiones como actualizaciones, cambios en las estrategias de mantenimiento o acciones de inversión.
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Dashboard para la gestión de activos
Puedes hacer uso de un dashboard para dar seguimiento a tus KPIs en gestión de activos, monitorear el ciclo de vida completo del activo, desde su adquisición hasta su eliminación, tener información sobre costos fijos y variables, así como detalles sobre el uso, el mantenimiento y el cumplimiento de cada activo.
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