Saber cuándo y cómo delegar es un rasgo de los buenos líderes. Muestra confianza en tus empleados y asegura que estás enfocando tu propio tiempo en tareas realmente significativas. Hoy te compartiremos algunas tareas que no se deben delegar para priorizar aquellas de las que debes hacerte cargo.
Hay algunas cosas que nunca deben ser delegadas porque te alejan demasiado de tu equipo, te expone a las críticas o, en última instancia, te hacen ver mal.
¿Cómo delegar tareas de manera efectiva?
Ejemplos de tareas que no se deben delegar
Si has delegado alguna de las siguientes tareas, te sugiero que lo reconsideres:
Funciones o responsabilidades básicas
Como empleado, si pones a alguien a que haga estas tareas, tu jefe puede preguntarse por qué necesita mantenerte en la plantilla laboral.
Además, la persona que esté haciendo esas actividades podría solicitar un pago extra por realizar esas funciones que no le corresponden.
Recompensar y mantener la disciplina
Estas tareas son dos caras de la moneda. La gente naturalmente confiará y será más leal a la persona que reparte elogios e incentivos, y cuanto más alto estés en una empresa, más importante será hacer estas actividades tú mismo.
Aunque establecer los métodos disciplinarios sea una de las tareas más desagradables de un gerente, no debes pedirle a un subordinado que la realice.
Formación de equipos y fomento del talento
Tal vez el trabajo más importante de un gerente es construir, entrenar, por lo que estas son tareas que no se deben delegar.
Traer el talento adecuado, armar un equipo que funcione bien, y entender qué miembros necesitan entrenamiento, tutorías o incentivos son herramientas para el éxito.
Recaudación de fondos y relación con los inversores
Especialmente si eres un CEO o empresario, no puedes delegar completamente estas tareas. Los inversionistas quieren saber de la persona a cargo, incluso si las noticias son buenas o malas.
Conoce cuál es el proceso para delegar tareas de forma exitosa.
Misión, visión y cultura de la empresa
Al igual que con la formación de equipos, no puedes contratar a otra persona para que enseñe los valores fundamentales que te unen como equipo.
Ya sea que seas el CEO o un líder de equipo, mantener la visión que impulsa a tu equipo no puede ser olvidado o subcontratado.
Gestión de crisis
No importa que tan grande sea la crisis, tu presencia es necesaria. Es importante mostrar a todos que estás monitoreando la situación y que estás involucrado en encontrar una solución.
No importa si tu organización está negociando una situación de rehenes o tratando de salvar a su mayor cuenta; un buen líder estará presente e involucrado.
Aprende cómo gestionar un estrategia durante una crisis.
Tradiciones
Hay ciertas situaciones que requieren tu presencia por cortesía y tradición. Sería impensable enviar a tu asistente al funeral de un pariente de un empleado o a la boda de un miembro del equipo. Ve o no, pero nunca delegues esta tarea.
Los líderes más poderosos del mundo entienden el poder de la delegación. Pero los mejores líderes se esforzarán por mantener estos asuntos en su lista de cosas por hacer, sin importar que tan importantes o poderosos lleguen a ser.
Por último, conoce la diferencia entre liderazgo y gestión de personal
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