El análisis estratégico es una fase importante de cualquier negocio pues te permitirá tomar conciencia del entorno en el que evoluciona tu empresa y es imprescindible si deseas tomar las decisiones correctas.
Conozcamos más de este tipo de análisis y averigua el por qué de los cambios que está sufriendo tu negocio.
Qué es el análisis estratégico
El análisis estratégico consiste en identificar todos los elementos que influyen en la actividad de la empresa. Se trata, por tanto, de señalar los factores internos y externos que pueden ser favorables, o por el contrario desfavorables, para el desarrollo de la empresa.
Para que este análisis sea eficaz, debes identificar todo lo que estructura tu actividad: tus clientes objetivos, tus procesos de producción, las competencias de la empresa, etc. Se trata de un diagnóstico interno, es decir, de todos los puntos fuertes y débiles, incluso los que parecen insignificantes, propios de la empresa.
Para realizar un análisis estratégico, también es necesario conocer todos los elementos externos que tienen mayor o menor impacto en la actividad de la empresa.
Este diagnóstico externo es esencial, ya que la empresa debe conocer su mercado para poder establecerse en él, o incluso imponerse, a largo plazo. Esto implica analizar a la competencia, identificar a los proveedores y socios, estudiar la zona de influencia y realizar un estudio de mercado para dirigirse a tus clientes.
Te invito a conocer también cuáles son los factores externos que afectan a una empresa.
¿Cuál es el objetivo del análisis estratégico?
El objetivo principal del análisis estratégico es comprender el entorno de la empresa para identificar los orígenes de un cambio, las oportunidades de desarrollo y así tomar las decisiones correctas.
Un análisis estratégico realizado eficazmente permite conocer los factores clave de éxito del mercado en el que desea establecerse. Este análisis permite al empresario sintetizar los ámbitos de reflexión y tomar así las mejores decisiones para la empresa.
La identificación de todos los factores internos y externos proporciona al empresario toda la información necesaria para anticipar la evolución futura, positiva o negativa. Así, puedes orientar tu estrategia en función de las posibles amenazas y oportunidades.
¿Cuándo realizar un análisis estratégico?
Lo ideal es que el análisis estratégico se lleve a cabo en el momento de la creación de la empresa, para que tenga el mayor número posible de armas para atacar el mercado. Es obvio que el diagnóstico interno es relativamente difícil de realizar porque la empresa aún no ha empezado.
Además, nadie quiere imaginar debilidades en un proyecto que está en proceso de creación. No tiene sentido lanzar un negocio si crees que tiene puntos débiles incluso antes de crearlo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta los posibles puntos débiles de la empresa, como su capacidad financiera.
También es posible realizar este análisis cuando la empresa está en pleno funcionamiento. Este análisis será inevitablemente más rico en información que cuando se realiza en el momento de la creación de la empresa.
El mejor momento para realizar un análisis estratégico es cuando la empresa empieza a evolucionar, positiva o negativamente. O incluso cuando el gerente o uno de los socios intuye un éxito o una dificultad inminente.
El mejor momento es, sin duda, realizar el análisis antes del lanzamiento de la actividad y repetirlo en cada momento clave de la vida de la empresa.
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¿Cómo hacer un análisis estratégico?
La forma más sencilla de realizar un análisis estratégico es utilizar herramientas dedicadas a la estrategia empresarial. Entre ellas podemos mencionar :
Análisis FODA. Esta herramienta de toma de decisiones permite resumir los puntos fuertes, los puntos débiles, las oportunidades y las amenazas.
Análisis PESTEL. Esta herramienta se centra exclusivamente en los factores externos, clasificándolos en seis categorías (políticos, económicos, sociológicos, tecnológicos, medioambientales y legales).
Sean cuales sean las herramientas estratégicas utilizadas, el objetivo es identificar todos los elementos que inciden en la actividad. Pueden ser factores reales o potenciales, por tanto probables pero sin consecuencias por el momento, negativas o positivas. Al medir la importancia de cada factor, te aseguras de tomar las mejores decisiones para tu empresa.
Conclusión
Al realizar un análisis interno como parte de un análisis estratégico, la empresa debe comprobar factores como sus procesos de marketing y su gestión financiera. Esta parte del análisis estratégico incluye un estudio del uso de los recursos de marketing, como la publicidad y la promoción, para crear conciencia y aceptación del producto.
También incluiría un estudio de la estructura de precios vigente para determinar cómo afecta a los resultados de la empresa y a las ventas en general.
La empresa debe analizar su capital humano con el fin de garantizar que se satisfagan las necesidades de los empleados y también que el nivel de productividad de los recursos humanos sea más que adecuado.
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