La liquidez es la capacidad de una entidad para convertir sus activos en efectivo con el fin de liquidar sus obligaciones, idealmente con los menores costos de transacción posibles. Para ello, existen indicadores de liquidez que muestran la medida en que los activos corrientes de la empresa en diversas formas cubren sus obligaciones a corto plazo.
Este tipo de indicadores ayudan a evaluar la posición financiera a corto plazo de la empresa. Así que vamos a conocer más de sus características y de cómo implementarlos y medirlos.
¿Qué son los indicadores de liquidez?
Los indicadores de liquidez son una clase importante de métricas financieras que se utilizan para determinar la capacidad de un deudor para pagar sus obligaciones de deuda actuales sin obtener capital externo.
Estos indicadores te ayudan a conocer la capacidad que tiene tu empresa para pagar deudas, obligaciones y su margen de seguridad a través del cálculo de métricas que incluyen el ratio actual, el ratio rápido y el ratio de flujo de caja operativo.
Te invito a conocer también qué es el flujo de caja positivo.
¿Cómo calcular tu índice de liquidez?
Para calcular el coeficiente de liquidez, debes consultar la suma de los recursos de la empresa. De este modo, quedará claro si se tienen suficientes activos para cumplir con las obligaciones. Por ejemplo, una empresa puede percibir que no tiene suficiente solvencia para ampliar sus operaciones.
Cuanto mayor sea la liquidez de una empresa, mayor será su salud financiera. Por ejemplo: si el resultado es superior a 1, significa que la empresa tiene un buen margen de capital y puede pagar sus deudas sin comprometer sus inversiones.
Si el resultado es muy cercano a 1, significa que la empresa tiene lo justo para hacer frente a sus deudas, y no le sobrarán recursos después de eliminarlas.
Si el resultado es cero -o inferior- significa que la empresa no tiene lo suficiente para pagar a sus acreedores. Se trata de una situación preocupante.
Tipos de indicadores de liquidez
Existen básicamente 4 tipos de indicadores de liquidez; aquí te explicaremos cuáles son y cómo puedes calcularlos:
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Ratio corriente
El ratio actual se centra en el corto plazo. Por eso, para calcularlo hay que consultar el activo corriente de la empresa y sus obligaciones financieras inmediatas.
La fórmula es la siguiente: activo corriente / pasivo corriente.
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Ratio de liquidez rápida
Con un enfoque aún mayor en el corto plazo, el ratio de liquidez rápida excluye las existencias de productos, ya que este cálculo sólo tiene en cuenta los recursos que la empresa ya posee. El coeficiente de liquidez rápida es, por tanto, inferior al coeficiente de liquidez corriente.
Su fórmula es: (activo corriente – existencias) / pasivo corriente
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Ratio de liquidez del activo circulante
A diferencia de los otros ratios de liquidez que hemos citado, este cálculo no tiene en cuenta los activos corrientes, sino sólo los recursos financieros que la empresa ya posee, o lo que es lo mismo: el saldo bancario de la empresa, la tesorería y las inversiones financieras con liquidez inmediata.
Lo calculamos mediante la siguiente fórmula: activo disponible / pasivo corriente
Hay que tener cuidado al analizar este índice. Tener más dinero en la cuenta bancaria que en el pasivo corriente no siempre es positivo. Dependiendo de factores externos de una empresa como la inflación, estos recursos pueden perder su valor.
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Índice de liquidez global
El índice de liquidez global tiene en cuenta los recursos que la empresa ya tiene, así como los que vendrán, es decir, tiene un enfoque a largo plazo. Lo mismo se hace con el pasivo. Los datos necesarios para calcular este índice se encuentran en el balance del patrimonio de la empresa.
Calcularlo es sencillo: (activo corriente + activo a largo plazo) / (pasivo corriente + pasivo a largo plazo).
¿Cómo monitorear tus indicadores de liquidez?
Los indicadores de liquidez son herramientas muy útiles para saber si la empresa dispone de recursos suficientes. Sin embargo, hay que prestar atención a la hora de monitorearlos para no cometer errores.
Además de saber qué son y cómo se calculan, hay que entender bien los métodos que hay detrás de este tipo de evaluación. En muchos casos, el departamento financiero se encarga de hacer este análisis inicial de los ratios. También creará los informes financieros que ayudarán a complementar el seguimiento.
Lo importante en este momento es agrupar esta información con los datos extraídos de los ratios, centrándose siempre, por supuesto, en los indicadores que están relacionados con el objetivo actual de la empresa. Por ejemplo, si es un objetivo a corto plazo, el ratio de liquidez actual, si es a largo plazo, el ratio de liquidez global.
Así, con los datos agrupados y organizados, es el momento de hacer comparaciones con la información antigua y con los objetivos establecidos. Aquí está la oportunidad de evaluar si la empresa está mejor que antes o si ha alcanzado sus objetivos de crecimiento.
Un punto importante de este seguimiento es que cuanto más automatizado esté el proceso, mejor. El uso de un software para dashboard te ayudará a hacer un seguimiento de los indicadores de liquidez de manera más intuitiva y práctica.
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